Cuando una reducción de labios menores se convierte en necesidad.

La reducción de labios menores ( también conocida por labioplastia ) es una cirugía que a día de hoy aún está sujeta al tabú. Con frecuencia se infravalora y parece ser sólo un capricho vinculado a las modas. La realidad es que la hipertrofia de labios menores puede producir sensación de roce íntimo e inflamación, dolor durante las relaciones sexuales, infecciones vulvares de repetición. Además, puede afectar a la autoestima y generar pérdida de confianza. Por ello, la reducción de los labios menores puede mejorar la calidad de vida de las mujeres con hipertrofia de los mismos.

Son muchas las pacientes que acuden cada día a mi consulta para informarse sobre la reducción de labios menores. Otras, en su revisión ginecológica anual, también me plantean sus dudas por las molestias ocasionadas por el aumento de tamaño de sus labios menores.

Hoy quiero contaros el caso de Marta ya que ella me lo ha pedido. Piensa que puede ayudar a otras chicas que estén pasando por una situación similar a la suya y yo he aceptado.

La visita informativa de reducción de labios menores.

Marta tiene 19 años. Acudió a la consulta acompañada por su madre. Lleva varios años dándole vueltas y por fin se ha decidido a consultar.

Desde que se desarrolló algo le llamó la atención en sus genitales. Piensa que sus labios menores son grandes. Le molestan con el roce de la ropa ajustada, no puede ponerse cualquier braguita y le pica la vulva con frecuencia. El roce de los pantalones vaqueros es insoportable. En los últimos años ha tenido varios episodios de vulvitis por cándida.

Marta se depila de forma integral, no le gusta tener vello. A sus amigas tampoco. Piensa que ellas no tienen la vulva tan grande y le da mucha vergüenza cambiarse de ropa ante las demás. Se encuentra insegura cuando se pone un bikini porque se le nota un bulto. Cree que si el bikini es oscuro, mejor.

A Marta le gusta un chico pero no quiere acercarse a él. No quiere ni imaginarse que alguien pueda querer “algo más” con ella porque piensa que no sería capaz.

Su madre me mira y me pide que por favor la valore; duda que Marta tenga un problema real. A nadie le ha ocurrido algo similar en su familia y para ellas es algo nuevo.

El reconocimiento.

Marta tiene unos labios menores grandes y además unos repliegues de piel que descienden desde el vértice superior de la vulva cubriendo el glande del clitoris en su totalidad. De pie los labios menores sobresalen 4 centímetros junto a los repliegues que también lo hacen. Me dice que a veces los “enrolla” hacia dentro para que no le molesten.

En qué consiste la cirugía de reducción de labios menores

La reducción de labios menores es una intervención que se encuentra infravalorada. Muchas chicas vienen a la clínica pensado igual que Marta: que la intervención será corta, con un poco de anestesia local y que en dos días podrá hacer vida normal. Yo les desmiento ese concepto y detallo mi procedimiento.

Les muestro en qué consiste la cirugía, el uso del bisturí láser, el hospital donde la realizo. Los días de reposo serán algunos más de los que se esperaban.

A Marta le preocupa perder sensibilidad porque le he explicado que hay que trabajar también el capuchón del clítoris y los repliegues que tiene. Se relaja cuando le digo que todo lo contrario, que incluso, mejorará.

Quiere operarse pronto pero tendrá que organizarse con las clases de la universidad. Lo más importante es que pueda organizar sus días de reposo que son fundamentales para una correcta cicatrización. Su madre se organizará con ella para poder ayudarla.

Tras la cirugía, Marta pasará en su habitación del hospital las horas necesarias hasta encontrarse bien. Dejamos que descanse y, tras valorarla en unas horas, Marta ya está lista para ir a casa.

El reposo en casa.

Los días de reposo en casa se hacen un poco pesados. La herida no duele pero sí molesta. Marta hace las curas tal y como le expliqué en la consulta e intenta no moverse mucho. Se aplica frío local para que baje la inflamación. Su madre también le ayuda.

Los controles posteriores a la reducción de labios menores

Ha pasado una semana y Marta viene a la consulta para su primer control. Su vulva aún está inflamada y tiene que cambiar mucho. Está haciendo muy bien los cuidados.

Ella está tranquila porque sabe que nos veremos todas las semanas hasta que pase el primer mes y que además puede contactarme para lo que necesite. Ha de guardar reposo durante las 2 primeras semanas.

Los días pasan rápido para mí, para Marta un poco más lento. Ha pasado el primer mes y los labios menores ya tienen casi su apariencia definitiva; aún pueden seguir cambiando durante unos meses.

Marta puede ir retomando su actividad física normal de forma progresiva.

Tras el primer mes, el siguiente control lo espaciaremos un poco más y en unas 2-3 semanas nos volveremos a ver.

Marta está feliz.

Marta está feliz. Ya no tiene que replegar sus labios menores hacia dentro al ponerse la braguita. Tampoco le roza la vulva con la ropa ajustada ni siente picor íntimo. Está pensando en el bikini blanco que se comprará para el verano. Sus genitales le gustan y se siente más segura. Está muy contenta de haber dado el paso. Ha merecido la pena.

Muchas mujeres como Marta acuden cada día a mi consulta para que valore su caso. En el siguiente enlace, puedes conocer más acerca de la reducción de labios menores y solicitar tu cita de valoración.