El reto de la lactancia materna.
Bien conocidos son a día de hoy los beneficios de la lactancia materna.
Para el bebé es el alimento que mejor se adapta a sus necesidades, proporciona defensas y favorece el desarrollo del sistema inmunológico, mejora el desarrollo cognitivo, previene las alergias y la aparición de enfermedades como la diabetes o la obesidad entre otros beneficios.
Para la madre, en el postparto, la succión del bebé ayuda a que se contraiga el útero y a reducir el sangrado, nos ayuda a perder peso de forma natural y a descansar mejor (por el efecto relajante de la prolactina en las tomas nocturnas); amamantar se asocia a un menor riesgo de cáncer de mama, de útero y de ovario y fortalece el vínculo con nuestro bebé.
Siendo conscientes de todas estas ventajas, lo natural sería que la mayoría de las madres decidiéramos amamantar a nuestros bebés pero en muchas ocasiones nos enfrentamos a situaciones en las que alcanzar una lactancia materna exitosa, se convierte en un auténtico reto.
Mi primera experiencia
Cuando nació mi primera hija, ya en casa, tuve problemas con el agarre del pecho; algo no le gustaría cuando me dio la subida que decidió no mamar. Con paciencia y constancia conseguí que poco a poco lo volviera a agarrar. No se me olvida el sentimiento de angustia y frustración cada vez que me iba a poner a mi niña al pecho y toda la familia, expectante, opinaba sobre si lo estaba haciendo bien o mal. Todos con su mejor intención, no me cabe duda. Desgraciadamente, la mayoría de las mujeres de la generación de nuestras madres, si dieron de mamar, lo hicieron como mucho durante un mes debido a la falta de asesoramiento de los especialistas médicos de entonces que abogaban por la lactancia artificial y en ello se fundamentan sus consejos.
En mi rutina diaria en el hospital me encuentro con mujeres en esa misma situación en el postparto; con sus bebés llorando en sus brazos temblorosos y abuelas y suegras con los chupetes en las manos o en el control pidiendo una “ayudita” a las enfermeras.
Momentos difíciles
Una vez superado o no el agarre del pecho y pasando o no por pezones agrietados o algún episodio de mastitis, muchos bebés lloran (porque los bebés lloran) y otros tienen cólico del lactante como fue nuestro caso. Y aquí de nuevo se inicia otra crisis existencial sobre cómo lo estaré haciendo, si tendré leche suficiente o se queda con hambre, si la meto en la cama con nosotros porque estoy agotada y casi se me cae de los brazos… y, de nuevo, todo tu entorno opina desde el cariño y con su mejor intención: “ ese llanto lo recuerdo yo y esa niña necesita un bibito”, “ si le hubieras puesto el chupete…”, “llora porque la estás empachando con tanto chupar teta y está llena de gases”, “ ¿cómo la estás metiendo en la cama con lo peligroso que es? ”.
Como buena mamá preocupada, decido llevarla a consulta para la valore uno de los mejores pediatras de la provincia que entonces me dice que mejor 10 minutos en cada teta, que me está macerando los pezones, que un poquito de manzanilla le vendrá muy bien y que la deje llorar un poco porque lo que tiene es mucho genio; para volverse loca, vaya.
Pues al final cada madre hace lo que le sale del corazón e imagino que siempre de forma ética y responsable. En mi caso, seguí haciendo lo que yo creía, apoyándome en libros como “Dormir sin lágrimas” de Rosa Jové y libros y artículos de Carlos González, que entonces no era tan conocido.
Después del cólico del lactante
Cuando empiezan a mejorar los cólicos, un día el bebé empieza a hacer tomas desordenadas en las que mama unos minutos y suelta el pecho, llora y se vuelve hacia atrás agitado, los pechos se notan más blandos y además las deposiciones del bebé disminuyen. Gracias a Dios había leído algo sobre el tema y parecía que estábamos pasando la crisis de los 3 meses. La sensación es de falta de leche total, es lo primero que una se plantea. Entonces la idea de darle algún biberón para calmarla te ronda mil veces la cabeza; y, porque no llega a los 4 meses que si no, se lo dabas hasta con cereales (esos milagrosos con los que los niños duermen toda la noche). De nuevo armándonos de paciencia, confianza y del indispensable apoyo del padre, las cosas se superan o más de una madre puede que se plantee incluso comenzar con alguna ayuda de leche artificial.
La vuelta al trabajo
Otro bache importantísimo es nuestra incorporación a la vida laboral, en mi caso, al hospital. Entonces yo era médico residente y tenía que incorporarme con guardias de 24 horas. “ Que sea lo que Dios quiera, yo ya lo he intentado y todo el mundo me dice que cuando pruebe el bibi ya no va a querer otra cosa…”. No fue así. Mi niña se quedaba con su padre en las guardias y cuando yo entraba por la puerta de mi casa, sólo había teta, teta y más teta. Con esto no quiero elogiarme sólo decir que si se quiere, se puede. Tengo pacientes que se plantean quitarle el pecho al bebé cuando se incorporan al trabajo con horarios de media jornada.
Y claro que se puede
Mi hija siguió mamando hasta los 3 años porque así lo decidimos las dos y puedo decir que, una vez superadas las dificultades, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
Actualmente parece que hay cada vez más consciencia general de los beneficios que aporta la lactancia materna a demanda, el colecho y la lactancia materna prolongada aunque hay mucho por hacer, incluso por parte de los profesionales de la salud, que somos los primeros que debemos estar actualizados en todo este campo para poder asesorar de forma adecuada a nuestras pacientes.
Para concluir, me gustaría animar a las madres que se estén viendo o se puedan ver en alguna situación parecida porque lo normal es que todas tengamos leche y de la mejor. Es fundamental la paciencia y la autoconfianza para poder disfrutar de este regalo que se nos ofrece y que es la continuación del cordón umbilical. Estoy segura que de esto depende conseguir una lactancia exitosa y placentera.
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Que bonito ana, y que verdadero…muchas hemos pasado por esas y otras dificultades y sin embargo es una de las experiencias más maravillosas de la vida. Enhorabuena por vivirlo y por compartirlo.
Muchas gracias Irene. La verdad es que son momentos difíciles en los que además nos vemos un poco desamparadas y me apetecía compartirlo. Un beso.
Disfruta con ellas, sin duda se que lo haces. Ese vínculo es inigualable.
Una vez superado el reto, nos damos cuenta de que somos capaces de TODO. Así que mi segunda lactancia la estoy disfrutando al máximo. Un beso Inma.
Buenas noches. Muy deacuerdo con esté post.. Puedo decir que gracias a Dios he tenido mucha ayuda de mi familia a la hora de dar pecho a mi niña la cual tiene ahora 11 meses mi madre tuvo tres hijos y a los tres nos dió pecho porque era lo más natural y lo mejor que podía ofrecernos en ese momento por lo que gracias a ella he tenido un gran apoyo, al igual que de mi marido, padre,….en general toda mi familia todos me apoyaron desde el primer momento,y aunque los cuatro primeros días en los que no me daba la subida al haber sido cesárea fueron los más difíciles… Puedo decir que después de los once meses que llevo dando lactancia materna a mi niña, aunque sea sacrificado es una de las experiencias más gratificantes, ver a tu bebé pidiendo tu contacto…en estos once meses han pasado tantas cosas…. Lo más importante a toda aquella que decida lactar es dejarse llevar por lo que crea más conveniente cada una, porque se aprende de los propios errores…. También tengo que decir que mi ginecóloga autora de este post me ayudó mucho en su momento de la que me siento muy orgullosa… Gracias por su buen hacer, su profesionalidad, y por compartir sus experiencias, para así poder ayudar a más mamás porque toda ayuda es poca cuando queremos lo mejor para nuestros bebés .. Por una lactancia fructífera y placentera
Qué suerte tuviste Roxana de poder contar con la gran experiencia de tu madre; aunque probablemente como buena mamá primeriza también te surgirían tus dudas… así que enhorabuena por tu lactancia y por tu niña preciosa. Nos vemos pronto. Un beso.
Bueno tengo un hijo de cuatro años y desde q estaba embarazada de él tenía claro q quería darle pecho y el lo cogio genial, pero me hizo unas grietas enormes y aún así seguí, al año se me quemaron los pezones con su saliva y su pediatra y mi ginecólogo me dijeron q se lo quitara, yo seguí porque no me sentía preparada parar quitárselo ni él tampoco, yo quería q decidiera el el momento. Han pasado los años y seguimos igual, mi hijo sigue con el pecho y ahora tengo un bebé de 3 meses y practico la lactancia en tándem, q si ya comentan y te miran raro alargando la lactancia más de lo q los demás creen q es lo normal, imagínate dando de mamar a dos. Cada una debe de seguir su instinto, yo soy feliz así, dándole a mis pequeños de mamar y practicando el colécho, y estoy orgullosa de ello y se q elegí el camino acertado. Por cierto me ate distes en una eco del embarazo de mi hija y desde entonces te sigo, me parecistes una profesional 10 y una persona extraordinaria. Enhorabuena
Lo primero Natalia, felicitarte por tu lactancia. Tienes mucha razón. Hace unos días, en un centro comercial, me senté en un banco a darle el pecho a mi pequeña. Una señora de mediana edad que estaba sentada a mi lado, al levantarse me dijo: “¡Qué bonito ver a una madre dando el pecho! y eso que está prohibido…”. No sé qué concepto podía tener esa señora en mente sobre la lactancia materna, pero imagínate si me hubiera sacado la teta para darle a mi mayor de cuatro años. Hay mucho por hacer. Un abrazo. Espero volver a verte.
Enhorabuena Ana porque lo más importante es q con las experiencias las mujeres se refuercen y luchen por lo q ellas quieren y no por lo q opinen los demás. Además de tu experiencia de madre aportas también como una muy buena profesional preocupada por el apoyo a la lactancia. Gracias por compartirlo.
Muchas gracias María del Mar. Además considero que nosotros como profesionales tenemos la responsabilidad de aconsejar correctamente a las madres y más en esos momentos en los que yo creo que muchas necesitaríamos escuchar al menos que los estamos haciendo bien. Un beso grande.
Hola Ana Belén, compañera de alguna de esas guardias de la residencia! He llegado aquí por casualidad y creo que es la primera vez que publico en un blog, pero tenía que decirte que me siento totalmente indentificada con cada una de tus palabras.
Tengo un niño de ya 15 meses y desde los 4 meses y medio reincorporada al trabajo, como bien sabes con guardias de 24 horas. Como alguien de mi entorno más cercano me dice, por cabezonería he mantenido la lactancia hasta ahora, y espero poder hacerlo hasta al menos los 2 años que recomienda la AEP, la AAP, la OMS y UNICEF (para los que no paran de decir que no es bueno tanto tiempo de teta, digo yo que esos organismos sabrán algo más). Y puedo asegurar que no ha sido nada fácil.
Mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses empezando a trabajar a jornada completa junto con alguna tarde y guardia cada 9 días, en un bebé que se tomaba 1200 cc al día (cuantificado por los biberones de las guardias)… Para colmo en un sitio nuevo donde tienes que probar que pese a estar en esa situación dependiendo del sacaleches eres la primera que está en quirófano y la última que te vas del hospital. No, no fue fácil. Pero si se quiere, se puede. Pese a esto mi hijo no ha probado ni un biberón de leche de fórmula. Por lo que comentabas de las dificultades para las madres que ven imposible hacer eso con una media jornada. Opino que cada madre tiene que hacer lo que crea mejor para ella y su hijo, pero contando con el conocimiento y el apoyo necesarios igual se salvaría alguna que otra lactancia. Si quieres aparcar la lactancia, perfecto, pero poderse se puede aunque sea difícil.
Me alegra saber que te va tan bien y enhorabuena por tu reciente segunda maternidad.
PD: te escribo desde la primera guardia de 24 horas en unos cuantos meses, casualmente enchufada al sacaleches del hospital (la única ventaja que tengo en esto por ser sanitaria) y sabiendo que, aunque hoy va a ser la primera vez que le vamos a dar leche de vaca, seguirá teniendo también la que mejor le viene.
Hola Rocío, me alegra saber de tí. Enhorabuena por tu lactancia, te has esforzado muchísimo. Yo la verdad es que cuando me incorporé no me sacaba leche en casa porque mi niña mamaba mucho y ponerme con el sacaleches entre las tomas, me suponía un suplicio; eso sí, me sacaba mucha en las guardias y, cuando yo no estaba, alternábamos mi leche con leche artificial. Cuando llegaba a casa en los salientes le daba mucha teta (los bibis para cuando yo no estaba). Yo no me preocuparía por darle algún biberón de leche de fórmula y menos a esas alturas. Un abrazo.
Hola! Tienes algún post del porteo? Gracias
Hola María, no tengo ningún post del porteo. Lo practico y a diario pero no sé si sería acertado en un blog de ginecología. Lo pensaré. Gracias.
Muchas gracias. Llevo luchando por la lactancia desde el día que mi niño llego al mundo el 3 de septiembre de este año hace un mes y una semana. El primer agarre fue bien, mis enfermeras del fin de semana ayudaron mucho pero la de la última noche y mañana empezaron a cuestionarme, querían metee biberón y como dije que no me dijeron que acabaría con mi niño en urgencias por desidratacion y que sería mi culpq. Al día siguiente del alta tuve que volver a urgencias pars controlar la biliburrina para colmo mis peores males me dicen que esta un poco deshidratado las palabras de las enfermeras tronaban en mi cabeza, el día del alta había echo 40 grados la biliburrina había subido y ese día el niño no había amantado bien todo se junto. Le dejaron ingresado en neonatos estaba en plena subida y como ese día no pude ponerle al pecho porqye estaba en la lámpara se me paro. Les pedí qur le dieran con jeringuilla la leche estaba yo allí y no me importaba dársela pero como eran chicas de vacaciones y no estaban las mismas unas me dijeron que si y otras que no le arrearon lod biberones. Mi niño ya no se agarraba bien al pecho con la ayuda del sacaleches y mi empecinamiento conseguí que volviera a subir. Pase unos días malos,me sentía fatal, la gente te dice no te compliques dale biberón no pasa nada, pero para mi era angustioso, me sentía culpable con todo, casi entro en depresió. Acudí a un grupo de lactancia y mi matrona cuando volvió de las vacaciones me ayudo mucho quizás la que más me ha ayudado.Ahora cada día mi niño se agarra mejor al pecho, algunas tomas mejor que otras, pero he aprendido a disfrutar de mi hijo y que uns toma tomará más teta que otra pero cada toma que consiga engancharse será una más un paso más , sigo con biberón especial para lactancia. Espero con paciencia y perseverancia conseguir una lactancia exclusiva o por lo menos si es mixta dar pecho lo máximo posible. Gracias por tú historia me da fuerzas para luchar.
Hola Cristina, a mí también me ha llegado tu historia. Lo cierto es que las complicaciones con los bebés en el postparto hacen que el inicio de la lactancia materna sea más complicado. Por supuesto que lo vas a conseguir, en ello estás y lo estás haciendo muy bien. Intenta tener a tu bebé en el pecho el máximo tiempo posible para que no llegue nervioso a las tomas y, si los controles por el pediatra son correctos y va cogiendo el peso adecuado, intenta que los biberones sean los mínimos para que no interfieran en tu producción de leche. Muchísimo ánimo, confía en ti, un abrazo.
Doctora Ana, que alegría me ha dado verla y leerla. Ante todo mi enhorabuena por su gran profesionalidad y trato humano a sus pacientes ( he sido una de ellas). Tengo una hija de 11 meses y seguimos con lactancia materna a demanda (o eso intento). Me incorporé al trabajo cuando ella tenía 5 meses y medio, nos costó mucho a las dos la separación, también a mi madre…que se quedaba con ella ( no consiguio tomar ni un bibi en mi ausencia, le daba el pecho a las 8 de la mañana y aguantaba con un poco de fruta hasta las 3 q llegaba su mamá). Lo mismo sucede ahora con 11 meses…sólo q ahora se toma si comidita al medio día. Las noches siguen siendo duras (una toma cada 3 horas y practicando el colecho). Cuando ls doy pecho fuera de cada todos opinan (tiene la teta de chupete, tendría q estar más gordita, ya es muy mayor). Yo sonrio y pienso :(Marta esto durará mientras las dos querramos). En 11 meses no se ha puesto malita…
Dar el pecho es muy sacrificado pero compensa. Un beso Ana.
Hola Rocío, enhorabuena por tu ya casi un año de lactancia. Otra historia ejemplar la tuya. Tú lo has dicho, “hasta que las dos queráis”. Un abrazo.
Aaayy Anabel… No sabes la alegría que me ha dado toparme por casualidad con tu web y blog esta madrugada en uno de mis desvelos dandole tetica a Carmen, mientras buscaba qué significa tener ovarios polifoliculares, jejeje ;) … Y me ha emocionado mucho leerte, porque es difícil no sentirse identificada con lo que cuentas si das el pecho a tu bebé. Todas nos enfrentanos a preguntas del tipo: -¿duerme ya en la cuna o sigue en la cama con vosotros?, -Todavía la tienes en la teta? Si lleva ya casi una hora!!…. Y es que como cuentas, nuestras madres dieron de mamar con el reloj en la mano, con los famosos 10 minutos cada tres horas, y les cuesta frenar las ganas locas de abrazar a las peques… Pero bueno, nada mejor que hacer oídos sordos si estás convencida de que lo que haces está bien, tras lecturas como comentas de Rosa Jové o Carlos González o toda la información que hoy encontramos en internet (porque las sesiones de tetica dan pa’leer mucho). En mi caso, la mayor inseguridad me la provocaron los dichosos percentiles, al decirme el pediatra que andaba “justita” y que si no remontaba habría que darle una “ayudita”… Ufff madre mía!! Qué inseguridad te crea eso…pero afortudamente, pidiendo segundas opiniones y con el apoyo de mi pareja y de una buena amiga, (mamá de dos niñas criadas a pecho) seguí adelante sin recurrir a biberones, con el convencimiento de que Carmen esta sana, pero que simplemente es más menudita ¿por qué parece que un bebé para que esté sano debe estar gordito?
En fin Anabel, como te dije en la revisión de hace unos días, me alegró mucho verte y de conocer por casualidad a tu familia. Quizá te suene raro lo que te voy a decir, pero te siento casi como si fueses una amiga…me imagino que se deberá al cuidado que has tenido de nosotras durante el embarazo y el que asistieras al día más importante de nuestra vida…bueno, por eso y porque como tú dices, “somos de la misma quinta”.
Perdona por enrollarme tanto…solo quiero terminar felicitándote por tu trabajo y darte las gracias por como eres en las consultas.
Un abrazo muy grande,
Lucía y Carmen.
Hola Lucía bonita,
me alegra que te hayas animado a escribir porque con tu experiencia aportas también algo por lo que yo no pasé: la inseguridad añadida cuando el bebé tiene un peso límite. Así que “más difícil todavía”… si además de la inexperiencia de una mamá primeriza y de los comentarios de los que nos quieren, nuestro bebé es pequeñito y tiene que coger peso sí o sí. Te felicito de nuevo por tu esfuerzo, tu lactancia y por tu Carmen preciosa. Muchas gracias por tu comentario. Nos vemos pronto. Un beso.
Muy bonito, doctora. Se nota que es pura vocación lo suyo.
Un Saludo.
Pues yo creo que es poco el asesoramiento que hay a madres primerizas sobre consejos y formas de dar el pecho. Mi hija nació por cesarea, y despues de 3 dias intentando con todo mi ser darle el pecho, tuvimos que pedir la dichosa “ayudita”. Y el hispital encantado, y me dieron la pastilla para cortar la subida sin hacer más intentos de explicarme o de ayudarme. Y ante eso, pues te ves obligada a ir de cabeza a la leche de formula. Falta mucho por avanzar en el mundo de la lactancia, partiendo desde los hospitales que es donde mamá y bebé pasan los primeros días.
La humilde opinion de una mamá primeriza